CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. LA CARTA BUSCAYA

La dura carta de una médica avergonzada

     La dura carta de una médica avergonzada por las falsedades en torno a la pandemia

                                                                   POR     Osvaldo V. Buscaya (OBya)

a) Como siempre es importante escuchar todas las voces, me siento obligada a elevar la mía: luego de haber leído algunas notas de Instituciones, tales como la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y la Facultad de Medicina de la U.B.A., siento mucha tristeza y vergüenza ajena por el grado al cuál ha llegado la corrupción y deshumanización en este país y en el mundo entero.

Coherentemente la Dra. M. Cecilia López, expone una gran simulación en la que son expertos los integrantes de la política/seudocientífica. Nos engañan con la verdad. Todos los políticos/seudocientíficos, todos los días. El elemento denominado coronavirus provoca miedo en la realidad, en una fantasía, en un relato, en una creencia presente y futura, enfrentándonos con “en algún momento moriremos”, si no nos sometemos a lo impuesto; miedo, que nos caracteriza en un hecho ineludible, no solo por nuestra contingencia, sino ampliado por lo que pueda acontecer a nuestros allegados con el elemento denominado coronavirus.

b) Quiénes me conocen saben de mi perfil académico, que no es menester en este momento aclarar ni pretendo darle relevancia. Simplemente lo menciono porque he sido y sigo siendo parte de muchas de estas instituciones y hoy generan mi más profundo cuestionamiento acerca de los intereses por los cuáles ellas se mueven o defienden. De seguro, con este tipo de comunicados, puedo darme cuenta que no están en la línea de descubrir la verdad y abrir verdaderas líneas de investigación respecto a lo que está sucediendo.

Coherentemente la Dra. M. Cecilia López, expone que el miedo está siempre en nosotros en forma latente silenciosa, pero, hoy, actúa masivamente, “infectando” sondeos, previsiones, test, etc., representándonos como masa en la incertidumbre logrando, hoy, lo maravilloso de la servidumbre voluntaria mediante el elemento denominado coronavirus con la efectiva intencionalidad de la política/seudocientífica.

c) El Sistema de Salud no colapsa desde marzo del 2020 y ni siquiera desde ahora: eso es una mentira. ¡El sistema de salud colapsa hace mucho tiempo y cada año! Los médicos no estamos desbordados desde ahora, estamos agotados desde hace años en este sistema perverso, del cual ahora muchos dirigentes de obras sociales, gremialistas, dueños de instituciones privadas y prepagas se jactan. ¡Ellos son a quienes deberían dirigirse! Es una vergüenza y grave error realmente responsabilizar a la población y hacerse eco de esto que no es más que otra estrategia, inhumanamente planificada, con el simple objetivo de enfrentarnos, de ser nuestros propios espías y custodios.

Coherentemente la Dra. M. Cecilia López, expone la siniestra "aplicación", que traduce la intencionalidad de la política/seudocientífica, al evidenciarla en la utilización del espectro caduco de lo biológico, dónde la confusión y desconocimiento de los "asesores científicos" y su carencia de preparación intelectual atascados en la medicina clásica, es una excelente manipulación, para éste "juego" de confinamiento, reglas de protección, “suministrándoles”, el propio poder mundial globalizado, reglas y orden de test, hisopados, posibles vacunas, etc.


d) Hoy la población está sin trabajo, muchos perdieron sus inversiones de toda una vida, sus pequeñas o grandes Pymes, están sin salud, viviendo una situación de estrés crónico y agotador que la enferma más que cualquier nueva enfermedad que se pretenda frenar o prevenir. Sus sistemas inmunes están al borde del abismo a consecuencia de las medidas tomadas. Se necesita un gran altruismo para reconocer el error y poder enmendarlo. Este Gobierno debería hacerse cargo. Y nosotros, como médicos, exigírselo y no responsabilizar a la población. La gente está sufriendo, ¡agotada también! Agotada del miedo, que le transmiten minuto a minuto a través de los medios de comunicación y, ahora, a través de instituciones como éstas. Me parece vengozoso que se presten a este tipo de acciones. La gente está quebrada, sin trabajo, agotada emocionalmente. Sin controles todos aquellos con patologías crónicas, con enfermedades graves. Pero los CEOs de las prepagas, sindicatos y obras sociales nunca dejaron de recibir sus pagos y no prestaron servicios en todos estos meses. ¿Y le pedimos responsabilidad a la gente? ¿Qué nos pasa?

Coherentemente la Dra. M. Cecilia López, expone que la población psicológicamente dominada y obsesionada, por la política/seudocientífica es conducida así, como si sus semejantes y las cosas fuesen fuentes de un peligroso contagio; caracteres de contagiosidad y transmisibilidad, con la inexorable banalidad de las cifras provocando, hoy, sociológicamente, la incertidumbre. La política/seudocientífica como sistema de poder en el orden social es actualmente un orden estadístico, velando en secreto sobre el desorden estadístico como públicamente alarma el Dr. Jorge Rachid sanitarista M.N. 42.547 exigiendo públicamente el “botón rojo”

e) Dejemos de sostener que los “respiradores” son la única solución o la única terapéutica en este contexto porque no es así. Dejemos de creer que los “antivirales” más caros de la historia son la única solución a estas neumonías. Hay muchísimos tratamientos probados en el mundo y nosotros tenemos el acceso a todos ellos y poder usarlos incluso en etapas no complicadas de la enfermedad. Abrámonos a toda terapéutica para salvar a nuestros pacientes, como siempre lo hicimos. Dejemos de “aislar” a las personas, sin base científica. Dejemos que un padre se encuentre con su hija. Dejemos que una paciente grave pueda ser abrazada en el momento que más lo necesita ¡Dejemos de internar a la gente sana! Dejémosla vivir. Están asustados, angustiados y sin entender. Yo sé que ustedes también, pero tienen la posibilidad de abrirse a otras respuestas y poder salir de sus miedos. Reforcemos nuestros sistemas inmunes, salgamos al sol, miremos la luna, pisemos la tierra, riamos. ¿Cuándo nos dio tanto miedo vivir? Dejemos de llamar “enfermo” a una persona sin síntomas, con un test positivo. Un test que tiene pésima especificidad. Los científicos del mundo lo están diciendo. Investiguen. Las secuencias genéticas que detectan estos test son comunes a otros coronavirus y otros virus respiratorios que viven con nosotros. Eso nos explica los falsos positivos o falsos negativos. ¡Despierten! La gente nos necesita. Cuestionen a las Sociedades, a las Instituciones, a la OMS. ¡Pidámosles respuestas a ellos! No a la gente que no puede más. Y nosotros no podemos ser cómplices y seguir con miedo. Abramos una investigación científica y seria, como siempre lo hicimos. Exijamos auditorías, autopsias. Exijamos honorarios justos para todos los médicos. ¡Nunca más médicos fuera de relación de dependencia! Ni en este Gobierno ni en ninguno. Responsabilicemos a quién corresponde.

Coherentemente la Dra. M. Cecilia López, expone que con una disposición seudo viral, diabólica, irónica y reversible como el elemento denominado coronavirus, hoy, la sociedad solo produce acontecimientos inseguros, con elucidación improbable, pues antes un acontecimiento estaba hecho para producirse, hoy, está hecho para ser producido; como un travestido artefacto virtual de forma mediática, como el elemento denominado coronavirus que, devasta continuamente la red científica, siendo un test, una experiencia del propio sistema mundial globalizado; acontecimiento producido y simulado; un accidente autentico demostrando la virulencia incontestable del elemento denominado coronavirus, una simulación total demostrando que, la mejor estrategia actual es la desestabilización calculada y el engaño. Ahora bien, una simulación experimental verdadera, no asegura por completo dominar el proceso, pues el elemento denominado coronavirus/test puede llegar a ser devastador; nadie controla reacciones de la cadena al no ser un “accidente” simulado, sino un accidente de la simulación, a sabiendas que cualquier accidente o catástrofe natural puede ser reinvicado como acto de terror, o viceversa, sin termino de toda hipotesis. Pues, todo el sistema es globalmente de terror, porque el terror no es tanto el de la violencia y el accidente, como el de la incertidumbre y la disuasión.

Para un psicoanalítico como el suscripto, el atentado contra el principio mismo de la realidad es una falta más grave que la agresión real, como inmensa incertidumbre en el corazón mismo de la euforia tradicional de la civilización manipulada mundialmente, estaríamos ante una formación de sustituciones y contaminaciones en las contradicciones y “equivocaciones” mediáticas.

Osvaldo V. Buscaya (OBya)

Psicoanalítico

*FEMENINOLOGÍA

*Ciencia de lo femenino

6 de septiembre de 2020

CABA

Argentina